Ordenación presbiteral


En la Casa Madrde de las Hijas de la Caridad

Asamblea General

Ordenación diaconal de Nelson, Jason y 6 colombianos.

27 de septiembre de 2009 en Villa Paúl (Colombia)

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El día 27 de septiembre del 2009, día de San Vicente de Paúl, celebramos la eucaristía con la presencia del padre provincial de Colombia.

De izquierda a derecha:

Nelson Salgado, Genry Cristobal, Daniel Vásquez y Jason Soto.

Del Visitador a los estudiantes. SEPTIEMBRE

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A NUESTROS AMADOS ESTUDIANTES
DE LA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL.
SALUDOS EN ESTE MES VICENTINO.

XII.

Queridos hermanos estudiantes, a escasos meses de finalizar el año lectivo filosófico, teológico 2009 y Seminario Interno, son muchas las preguntas que como estudiantes, como provincia, nos podemos hacer, y pueden surgir también muchas interrogantes, pero creo hermanos que para todos, la respuesta debe ser una sola: HICE LO QUE DEBIA HACER. Esta es la forma más sencilla de responder como buenos hijos de Vicente de Paúl al proyecto vocacional que el Buen Pastor nos ha confiado.

Este año 2009 ha sido de mucha bendición para nuestra provincia. Hemos recibido los frutos de nuestra esperanza a nivel vocacional. En enero nuestros hermanos Nelson Javier Salgado cm y Jason Cristian Soto cm, emitieron sus santos votos en León, Nicaragua. En julio la ordenación sacerdotal de nuestro cohermano Agapito Madrid Vega. cm, en Veraguas, Panamá. En agosto la ordenación diaconal de nuestro cohermano Mario Benito Hernández. cm, en Funza, Colombia. Considerando que la vocación misionera a la Congregación es un don de Dios, no nos queda que elevar nuestro corazón agradecido al Señor por estos hermanos. Hemos tenido también la partida al cielo en agosto, de la señora María Juana Saquic, madre de nuestro hermano Tomás.

En mi última carta les a invitaba a convencernos que “el nuevo rostro de la nueva provincia será cuando los nuevos misioneros (y esos son ustedes) sean santos, porque la santidad es el secreto del auténtico éxito de su ministerio pastoral”. En el marco del año jubilar, sobre los 350 años de la muerte y resurrección de Santa Luisa y San Vicente, que nos ha invitado a celebrar nuestro superior general, urge que personalmente tomemos medidas de hecho y bebamos de ese pozo inagotable de 350 de fundación, de esa agua llamada ESPIRITUALIDAD, para que la historia no nos coma el mandado, y no nos pase lo que advertía el mismo San Vicente: Sería algo así como abrazar una sombra y dejar el cuerpo.

Siguiendo la línea de nuestro amado padre y fundador, la Evangelii Nuntiandi: 76, reafirma lo que ya conocemos porque de alguna forma lo hemos leído, reflexionado y compartido:

“Es necesario que nuestro celo evangelizador brote de una verdadera santidad de vida y que, como nos lo sugiere el concilio vaticano II, la predicación alimentada por la oración, y sobre todo con el amor a la Eucaristía, redunde en mayor santidad del predicador. El mundo exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos mismos conocen y tratan familiarmente, como si estuvieran viendo al invisible. El mundo exige y espera de nosotros sencillez de vida, espíritu de oración, caridad para con todos, especialmente para los pequeños y los pobres, obediencia y humildad, despego de si mismo y renuncia. Sin esta marca de santidad, nuestra palabra difícilmente abrirá brecha en el corazón de los hombres de este tiempo. Corre el riesgo de hacerse vana e infecunda”.

Aparentemente este texto, resulta un tanto difícil leyéndolo solamente desde la perspectiva de la utopía y no desde la visión de Dios. Cristo, la Iglesia, San Vicente, aún los mismos pobres, nos enseñan a leer desde la fe, desde el espíritu; por que es solamente desde allí que podemos y debemos ir proyectando y configurando la fisonomía del nuevo Misionero Vicentino en América Central para la Congregación de la Misión, y ésta es, creo, la mejor celebración Centenaria que podemos ofrecer y ofrendar a San Vicente hoy y en este año jubilar y siempre.

Para cada una de las etapas de formación independientemente sea cual sea y lugar donde se realice, este año jubilar es un espacio para acercarse al corazón de este gigante de la caridad y misión Vicente de Paúl. Este es el lema del año jubilar: CARIDAD Y MISIÓN que no es ajeno a lo que hemos ido aprendiendo en nuestra formación, por que estos son los ejes sobre los cuales girará cada día lo que somos y seremos en la C.M. Esto es el núcleo de nuestra estancia, amor, pertenencia a la Congregación, que alimenta y vivifica nuestro proyecto vocacional.

Queridos hermanos, recuerden siempre la necesidad y obligación que tienen de ayudarse mutuamente como jóvenes hermanos que caminan con una sola agenda hacia la aventura misionera. Para ello es necesario caminar al mismo ritmo,”maestro, ¿dónde vives? Vengan y lo verán”. Importante es que ninguno se adelante por ligereza y ninguno que se atrase por pereza. El camino es más fácil si se camina juntos. A todos los consagran los mismos elementos: vocación, Congregación, estudios, terapias psicológicas, pastoral, vida espiritual, vida comunitaria, vacaciones, pecado y gracia, ilusiones, en fin un sinnúmero de cosas de las que no pueden echar mano, algo de lo que carecen miles de millones de jóvenes.

Por favor, les recuerdo lo que tantas veces nos han dicho: van por el mismo camino, los mueve el mismo objetivo, los cobija la misma Congregación, que les hace miembros de una misma y sola familia, lejos todos los nacionalismos. Por lo que les invito: ayúdense, corríjanse con fraternidad entre ustedes mismos, pidan ayuda, déjense ayudar, sepan ayudar, es la única forma de ir aprendiendo a vivir la vida y vivencia comunitaria, tan necesaria ahora y siempre, como testimonio de la unidad de Dios y de la espiritualidad vicentina.

FELICIDADES EN LA FIESTA DE SAN VICENTE
Y COMPROMISO AL INICIO DE AÑO JUBILAR.

P. José Francisco Ramos. cm.
Septiembre de 2009.

Oración por la familia de Tomás Vásquez Saquic

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Hermanos de la provincia de América Central, el día de hoy murió la mamá de nuestro hermano Tomás Vásquez Saquic.

Pedimos a todos oración por la familia de él y por él mismo; confiando que a través de las mismas la esperanza de la resurrección conforte este momento de dolor.

Att. Hermanos del teologado de la provincia de América Central.

A LOS HERMANOS ESTUDIANTES DE LA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL. UN SALUDO FRATERNO LLENO DE ESPERANZA Y DE FE.

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Estimados y amados hermanos estudiantes: presente y futuro de la Provincia de Centro América. En mi última carta les invitaba a reflexionar el mensaje del Papa Benedicto XVI sobre la formación de los futuros sacerdotes. El Papa pondera dos aspectos propios del tiempo de la formación: En primer lugar la gracia de estar en el seminario y la capacidad del formando de saber aprovechar los espacios para la oración diaria, la liturgia, la meditación de la palabra y la adoración Eucarística. En segundo lugar la importancia de amar, potenciar la vida comunitaria tan necesaria para el futuro sacerdote.

El santo Padre continúa y dice “Amen la vida comunitaria que es anticipación de la fraternidad sacramental, que debe caracterizar a todo presbítero diocesano”. El Papa dice: presbítero diocesano. Veamos, que sí la vida comunitaria es importante para ellos, ¿cuánto no será más vital, necesaria e importante para nosotros? Hemos aprendido en nuestras etapas de formación que la vida comunitaria es un sacramento en nuestra espiritualidad, es nuclear, es parte de nuestro carisma, por ser signo de unidad. Sé que en cualquier tipo de comunidad resulta difícil, a veces algo utópico, vivir, pensar y sentir como un solo cuerpo comunitario, pero es allí donde encontramos la fuerza para nuestro caminar, la perseverancia en la vocación, poder llevar la cruz de nuestro ministerio, es allí donde compartimos, recibimos y nos santificamos.

Queridos jóvenes, de acuerdo a nuestra espiritualidad, estamos llamados todos a salvaguardar la vida comunitaria. La vida comunitaria nos enriquece y la enriquecemos, nos protege, nos guarda, nos amonesta, nos orienta, nos ubica, etc. Por eso pide el Papa: “amados jóvenes, amen la vida comunitaria, desde el tiempo de la formación”. En la vida comunitaria la diversidad y los carismas de cada uno contribuyen a acrecentar la comunión y a hacer la misión más fructífera. C.22.

Añadamos para enriquecernos a esta invitación del Papa, estas palabras de nuestro santo fundador que iluminan, confirman y despejan tantos miedos e incertidumbres en nuestro interior en relación a lo que estamos tratando: Todos hemos traído a la Compañía la resolución de vivir y morir en ella; hemos traído todo lo que somos, el cuerpo, el alma, la voluntad, capacidad, la destreza y todo lo demás. ¿Para qué? Para hacer lo que hizo Jesús, para salvar al mundo. ¿Cómo? Por medio de esta santa vinculación que hay entre nosotros y del ofrecimiento que hemos hecho de vivir y morir en esta Congregación y de darle todo lo que somos y todo lo que hacemos. T. XI. Pg. 402.

En este mundo sociedad en que la mayoría lucha por sobrevivir, por tener, etc, por que no hay muchos espacios para la vida, En esta sociedad que engendra individualismos lacerantes en todos los estratos y bajo la tutela de culturas, leyes, sistemas, religiones, aún más en nombre de los derechos personales, cerrando casi todas las ventanas de convivencia, de fraternidad, de solidaridad, de comunicación, todavía más anulando los valores en todas las dimensiones-- aún el valor santo de la vida-- anulando virtudes y principios universales. Toda esta realidad pinta un aspecto sombrío alrededor, pero no todo es completamente negro, por que el misterio de Dios trabaja cuando nosotros no lo vemos.

Pero es en medio de esta realidad latente de laceración familiar, social, cultural, comunitaria, que estas palabras del santo padre y de San Vicente, deben ser un toque de reconfiguración en cada uno de los proyectos personales en relación al espíritu de la Congregación: Hemos traído lo que somos, el cuerpo, el alma, la voluntad, la capacidad, la destreza y todo lo demás. Esta es la voz de San Vicente que llega al corazón. Deben hacer un silencio interior y escucharle. Vale la pena hacer alto, mire y oiga, para animarse a pesar de tanto desánimo que ven en la provincia y así seguir ustedes mismos animando y alimentando en el aquí y ahora la esperanza de esta provincia, por que ustedes son futuro y presente de esta madre provincial. Pero, recuerden que el futuro no está asegurado, si el presenté está hipotecado.
Otro aspecto importante de la carta del Papa es esta invitación “Ya desde ahora la santidad debe constituir el objetivo de su opción y decisión”. Todo esto recuerda que Dios nos llama a ser santos, “que la santidad es el secreto del auténtico éxito de su ministerio sacerdotal”.

Este gran reto y urgencia es para quienes hemos escuchado la gracia de la llamada y hemos tenido la fuerza y valentía de responder. La santidad es el secreto del auténtico éxito de su ministerio pastoral. Las obras realizadas por nuestros fundadores y otros fundadores, son dignas de admirar y causan profunda impresión fe y compromiso. El Espíritu nos dice que la calidad de estas obras, está en que son de fábrica LA ECLESIAL y la garantía de la obra es LA SANTIDAD, por eso es que estas obras no se pueden piratear. Fábrica, garantía y obrero son un solo cuerpo y un solo espíritu.

Hnos estudiantes y seminaristas. No dejen de soñar por una provincia con nuevo rostro misionero, fraternal, comunitario, eclesial y santa, mano a mano con los santos votos y el espíritu de la Compañía. Lo uno sin lo otro no funciona. Muchos de ustedes se han planteado esta realidad provincial. Muchos la comentan con fe, otros quizá con desalientos. Ahora la ven desde fuera como expectantes, mañana serán protagonistas y antagonistas de la misma. Comiencen a ver el sol desde la aurora, para que el ocaso no sea oscuridad. Tienen todas las fuerzas y energías para hacerlo. Pongan toda la carne al azador, no dejen nada para mañana en cajón del hielo por miedo: eso se endurece, pierde sabor, vitaminas, coloración, etc. mañana Dios proveerá.

El rostro nuevo de la nueva provincia será cuando los nuevos misioneros sean santos, por que la santidad es el secreto del auténtico éxito de su ministerio pastoral. La santidad hay que pedirla seriamente a Dios cada día y hacerla crecer. Los verdaderos sacerdotes son los sabios y santos, nos recuerda San Vicente. Apuesten por esto cada día y así los pobres tendrán verdaderos apóstoles y se les garantizará el evangelio en toda su pureza. Ellos serán los primeros beneficiados, social, eclesial y provincialmente.

Desde la curia provincial. P. Ramos. Cm. Julio 27-09.

A LOS HERMANOS ESTUDIANTES DE NUESTRA AMADA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL. MAYO.

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X.

Queridos hermanos estudiantes, al terminar este tiempo pascual en el cual hemos renovado nuestra fe en el Señor Resucitado y que gracias a la experiencia y fidelidad de la Iglesia de XX siglos de proclamar la Resurrección de su Salvador, nos hemos visto inmersos en el Espíritu Santo en este Pentecostés que nos llama a no callar lo que hemos visto y oído. “Si hemos Resucitado Con Cristo, busquemos las cosas de allá arriba donde está Cristo sentado a la derecha de Dios” Rm
Un saludo a los hermanos estudiantes de teología que recibieron los ministerios de lectorado y acolitado con un sentido de pertenencia a la Congregación de la Misión, en esta fiesta de Pentecostés.
En mi carta anterior del mes de abril les invitaba a ir saboreando cada día la experiencia de una identificación plena y total con Cristo Eucaristía-- aquel regalo del jueves santo—por lo que estamos llamados a buscar, amar, sentir, vivir la Eucaristía, ya que cuando la recibimos nos convertimos en aquel a quien hemos recibido. Que inventivo fue Dios para quedarse con nosotros.
Ahora quiero hablarles sobre la importancia de valorar nuestra vocación Vicentina. Que importante es que durante el camino de nuestra formación nos demos un espacio y valoremos el llamado que el dueño de la mies nos ha hecho para vivir la fe bautismal y consagrada en la Congregación, no estamos en la congregación por accidente.
Que importante es que valoremos nuestra vocación no solamente por lo que es-un don de Dios-- sino por lo que estamos llamados a hacer de ella cada día—un acto de fe-- y solamente desde esta valoración ir proyectando milimétricamente su construcción sobre roca, la roca firme, la piedra angular que es Cristo, dejándonos ayudar de todos aquellos medios humanos, espirituales, Psicológicos, misioneros, etc. que Dios pone a nuestro alcance y disposición, construir sobre roca para que cuando lleguen los vientos huracanados de las crisis, no nos hundamos con todo y vocación, de lo contrario provocamos una terrible decepción y vacío y una profunda herida en la Iglesia.

El Papa Benedicto XVI, a un grupo de seminaristas, les urgía: “Queridos seminaristas, estos años de formación constituyen un tiempo importante para prepararos a la entusiasmante misión a la que el señor les llama. Permitidme que subraye dos aspectos que caracterizan vuestra experiencia actual. Ante todo, los años del seminario implican cierto alejamiento de la vida común, cierto desierto, para que el Señor pueda hablar a vuestro corazón. (Oseas 2, 17) En efecto el no habla en voz alta, sino en voz baja, habla en el silencio (1R. 19,12) por tanto para escuchar su voz, es necesario un clima de silencio.
Por esta razón, el seminario ofrece espacios y tiempo de oración diaria y cuida mucho la liturgia, la meditación de la palabra de Dios y la adoración eucarística. Al mismo tiempo, les pide que dediquen muchas horas al estudio: orando, estudiando y trabajando pueden construir en ustedes el hombre de Dios que deben ser y que la gente espera que sea el sacerdote.
Hay luego un segundo aspecto en su vida: durante los años de seminario viven juntos. Su formación con vista al sacerdocio implica también este aspecto comunitario, que es de gran importancia. Los apóstoles se formaron juntos, siguiendo a Jesús. Su comunicación no se limita al presente; concierne también al futuro. En la actividad pastoral que les espera deberán estar unidos como en un cuerpo, en un ordo, el de los presbíteros, que con el obispo atienden a la comunidad cristiana. Amen esta vida de familia que para ustedes es anticipación de la fraternidad sacramental” (Seminario en Roma 1 de Feb 2008)
Esperando queridos estudiantes una reflexión sobre el tema y pidiéndole al Señor de la mies, que llene de sus dones para vivir su vocación sin ninguna sombra que desdiga del sacerdocio consagrado... desde la curia provincial en Cristo, María y San Vicente.

P. José Francisco Ramos. Cm
Mayo en Pentecostés.

Ministerios de Lectorado y Acolitado en Villa Paul

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Desde hoy nuestros hermanos pobres cuentan con 16 nuevos Lectores que les proclamarán la Buena Noticia con su palabra y con su vida, y con 7 nuevos Acólitos instituídos que los confortarán con el Cuerpo y la Sangre del Señor y serán contructores de Unidad en el Pueblo de Dios.

Nuestras más sinceras felicitaciones en este caminar misionero luego de 6, 7 y 8 años de formación.

NUEVOS ACÓLITOS

1. Victor Acevedo (Antioquia).
2. Wilson Beltrán (Bogotá DC).
3. Mario Hernandez, CM. (Nicaragua - Provincia de América Central)
4. Víctor Meléndez (El Salvador - Provincia de América Central)
5. Ever Moreno (Sucre)
6. Edwin Yunda (Huila)

NUEVOS LECTORES

1. Cristian Cataño (Valle).
2. Maximiliano Chocoyo (Guatemala - Provincia de América Central)
3. Ángel De León. (El Salvador - Provincia de América Central)
4. Robinson Fuentes (Boyacá)
5. Yohaneider García (Antioquia)
6. Wilton Jiménez (Cundinamarca)
7. Stuardo Marroquín (Guatemala - Provincia de América Central)
8. Alexis Mutabazi (Rwanda)
9. Fernando Payares (Bolívar)
10. Carlos Reyes (El Salvador - Provincia de América Central)
11. Breiner Ospino (Bolívar).
12. Domingo Ruiz (Bolívar)
13. Erwin Rodríguez (Cundinamarca)
14. Edwin Nieto (Cauca)
15. Jean Marie Uzabakiriho. (Rwanda)
16. John Jairo Valencia (Caldas)

350 años de la CM.

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CONGREGAZIONE DELLA MISSIONE
CURIA GENERALIZIA

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A la Familia Vicenciana
Roma 13 de Mayo 2009


Queridos hermanos y hermanas,

¡La gracia de Nuestro Señor Jesucristo llene nuestros corazones ahora y siempre!

Como lo hemos oído proclamado a lo largo de todo el tiempo Pascual, somos personas de Resurrección y nuestro canto es ¡Aleluya!

Les escribo hoy para anunciarles oficialmente el comienzo del Año Jubilar en el que celebraremos, como Familia Vicenciana, el aniversario de la muerte y resurrección de nuestros Fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Lo hacemos bajo el lema “Caridad y Misión”. La misión es el enfoque que queremos dar a este año de celebraciones que comienza el 27 de Septiembre de 2009 y que dura hasta el 27 de Septiembre de 2010. Nuestra misión, evangelizar y servir al pobre, está motivada como siempre por el amor a Dios que se resuelve en actos de caridad en contacto directo con el pobre y por amor a él.

Celebramos nuestro pasado agradeciendo a Dios los ejemplos maravillosos de amor que nos dejaron San Vicente y Santa Luisa. Al hablar de nuestra misión, durante este año jubilar, reflexionamos detenidamente en su relación con la caridad según la practicaron San Vicente, Santa Luisa y otros. Queremos tener presente la colaboración que existió entre San Vicente y Santa Luisa y otros en el ejercicio de su misión. Además de celebrar la muerte y la resurrección de San Vicente y Santa Luisa, celebramos también la muerte y resurrección de un compañero muy cercano, el primer compañero de San Vicente de Paúl: el Sr. Portail. También él murió el mismo año 1660.

Todos ellos estaban implicados en una misión de amor. Estaban unidos por el amor: un profundo amor a Dios y un profundo amor al pobre. Llevaron a cabo su misión con una pasión tan honda que aún hoy continúa sintiéndose en la Familia Vicenciana por todo el mundo de una forma muy por encima de lo que San Vicente y Santa Luisa o incluso el Sr. Portail pudieron imaginar. Por poner un ejemplo de cómo continúa esta misión, todavía queda otro aniversario por celebrar este año: el 150 aniversario de la muerte de San Justino de Jacobis, un gran misionero en lo que hoy es Eritrea y Etiopía.

El concepto de colaboración puede traducirse mejor como compañerismo. Es el sentido que queremos trasladar a todos los miembros de nuestra Familia Vicenciana al trabajar juntos en nuestra evangelización y servicio al pobre. Parece que compañerismo es precisamente lo que San Vicente y Santa Luisa y los otros pusieron en práctica en el cumplimiento de su misión. Este compañerismo va más allá de una simple relación de trabajo; es una relación de vida que incluye una misión común en el servicio al pobre.

Recientemente, en una reunión de la Familia Vicenciana en Alemania, su reunión anual MEGVIS, tuvimos una presentación interesante analizando la realidad de Alemania. Nos hicimos esta pregunta: como Familia Vicenciana ¿qué estamos haciendo para enfrentarnos a la realidad? Creo que esta pregunta es la que debemos hacernos al ejercer nuestra misión. Queremos que nuestra misión hoy sea más y más creativa para responder a las necesidades de los pobres allí donde se encuentren; y queremos hacerlo con compañerismo, unos con otros.

Como diría San Pablo, estamos llamados a “hacernos todo a todos” porque nos encontramos en muchos lugares del mundo con gente alejada del concepto tradicional de Iglesia, gente inconsciente de que Dios está presente en sus vidas en y a través de los sacramentos. De alguna forma, por medio de nuestra misión, tenemos que acercarnos a ellos. Como dijo Jesús, Él vino a sanar no a los sanos sino a los pecadores, a los alejados. Él se acercó a la oveja perdida que se había extraviado de las otras noventa y nueve. A esos, como miembros de la Familia Vicenciana, estamos llamados a buscar, a ir hacia ellos, acercándonos sin esperar a que ellos vengan a nosotros, sino moviéndonos nosotros primero para ir hacia ellos. Es el concepto de misión hoy motivado por la verdadera caridad.

Para honrar a San Vicente en el año de su 350 aniversario, creo que es importante que aprendamos más sobre sus compañeros Luisa, Portail y otros que han compartido su herencia. Esto es precisamente lo que se pretende con el año jubilar: ahondar nuestro conocimiento principalmente de Santa Luisa como compañera de San Vicente en la caridad y en la misión hacia los pobres.

Me gustaría compartir con Uds. unas cuantas actividades que hemos programado a nivel internacional. Distintos comités las han organizado para ayudarnos a celebrar mejor el año jubilar y para presentar y testimoniar nuestra herencia en el mundo de hoy. La Comité de Herencia enviará un tema todos los meses a la Familia Vicenciana de todo el mundo para reflexionar y profundizar nuestra espiritualidad. El Comité de Proyectos ha decidido respaldar el que han aprobado los encargados de la Familia Vicenciana. Se trata de un proyecto piloto en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental. El proyecto se basa en la microfinanciación; los miembros de la Familia Vicenciana participarán en él de de una forma concreta. Con este proyecto conectaremos con la realidad de los pobres de Haití, conoceremos su realidad y contaremos con la colaboración de los mismos pobres. Tendremos la oportunidad de ayudarles de una manera concreta, no solo con ayuda financiera sino también con nuestras palabras de respaldo y solidaridad. (Véase información adicional #2)

El Comité de Celebración ha preparado dos celebraciones. Una será en la Catedral Notre Dame de París la víspera del aniversario de la muerte de Santa Luisa. El Cardenal Andrè Ving-trois, arzobispo de París, en una carta del 24 de abril ha escrito: “Bienvenida, Familia Vicenciana. Con gozo les recibo en la catedral de Notre Dame para la misa del día 14 de Marzo de 2010 a las 6:30 p.m. en honor de Santa Luisa de Marillac.” Al día siguiente, fiesta de Santa Luisa, celebraremos la Eucaristía en Rue du Bac. El 25 de septiembre celebraremos la fiesta de San Vicente en la Basílica de San Pedro de Roma. (Para más información sobre ambas celebraciones ver la nota addicional #3). El Comité del Secretariado ha preparado una publicación sobre la vida de San Vicente y Santa Luisa con ejemplos de cómo se vive el carisma hoy.

Estas distintas actividades de las Comisiones están dirigidas por el Comité Ejecutivo que responde directamente ante los responsables máximos de las ramas de la Familia Vicenciana. Del aspecto financiero se encarga el Comité de Finanzas. (Los detalles de estas actividades se pueden encontrar en Famvin.org del día 3 de abril que es un resumen de la última reunión de los encargados de la Familia Vicenciana celebrada en Madrid en Enero.)

Intentamos estimular la creatividad de los miembros de la Familia Vcenciana en todo el mundo. Estas actividades nos ayudarán a pensar globalmente y a responder con proyectos locales. Por ejemplo, hemos animado a las Provincias de Italia, Eritrea y Etiopía a celebrar a nivel local el 150 aniversario de la muerte del gran misionero San Justino de Jacobis. Acciones parecidas pueden llevarse a cabo a través de la Familia Vicenciana internacional. Nos gustaría conocer estas actividades. Para ello, hemos creado una ventana “web” donde se puede publicar las actividades que se llevan a cabo a nivel local ayudándonos a todos a celebrar, meditar y profundizar nuestro camino con San Vicente y Santa Luisa durante este Jubileo.

El lema durante estos dos últimos años ha sido el cambio systémico y lo seguirá siendo durante el 350 aniversario. De alguna forma, este lema ha gozado de mucha atención y también de cierta reacción por parte de algunos debido a sus ramificaciones políticas totalmente ajenas a nuestra intención. Nos interesa esta expresión sociológica actual como medio de llegar a los agentes del cambio en conformidad con el regalo que Dios nos ha concedido y que caracteriza lo que verdaderamente somos: agentes de caridad. Esperamos promover la caridad que no es un donativo a los pobres sino una mano para ayudarles a ponerse en pie. Unidos a los pobres y desde su realidad, podemos trabajar y evangelizar de forma que el mundo se convierta en un lugar un poco más agradable para ellos.

Les animamos a todos Uds. a continuar profundizando su comprensión de este concepto sencillo que, a veces, complicamos nosotros; un concepto que va siendo más estudiado en distintas reuniones por todo el mundo. Hasta ahora hemos tenido una reunión de estudio para los dirigentes Vicencianos en Mexico; seguirán otras en Junio en Brasil, en Julio en Camerún para los países de África-Madagascar y en Bangkok (Tailandia) para los de Asia-Occeanía. Los años siguientes vendrán unas reuniones de estudio en Europa y en Estados Unidos de América. Se trata de reuniones que ayuden a los dirigentes Vicencianos a entender la metodología del cambio systémico para ponerla en práctica junto con los pobres a los que se intenta ayudar en todo el mundo.

Termino con una nueva oración para el año jubilar, un año de caridad y de misión. Espero que el mismo espíritu que llenó el corazón de San Vicente y Santa Luisa llene también los nuestros mientras continuamos dando testimonio y sirviendo a nuestros amos y señores, los Pobres.

Señor Dios Omnipotente, Padre de los pobres. Tú nos concedes la gracia de conmemorare este año el 350 aniversario de la muerte de San Vicente y de Santa Luisa. Te damos redidas gracias por este don. Concédenos por su intercessión, que nos dejemos transformar más plenamente por el Espiritu que Tú les diste. Que el Espíritu de Caridad inunde nuestro corazón y nuestra mente para que nuestro amor por los marginados y rechazados de la sociedad, sea inventivo hasta el infinito, cariñoso, atento, misericordioso y previsor.

Haznos descubrir la audacia de San Vicente y de Santa Luisa, la laboriosidad y las fragancia de aquel amor siempre renovado por los pobres, que les ayude a cambiar de verdad su vida.

Ayúdanos a hacer fuerte y humilde nuestra fe en este mundo nuestro que parece tan alejado de Ti, pero que tiene una gran sed de Ti.

Haz que podamos ser signo de esperanza para muchos, como lo fueron San Vicente y Santa Luisa, simples compañeros de viaje por el mar de la vida. Concédenos que no nos echemos atrás frente a las dificultades y que nos esforcemos con nuestras manos en favor de los pobres, nuestros maestros. Haz que en su escuela aprendamos a ser verdaderos hijos tuyos, dignos herederos del carisma que Tú confiaste a San Vicente y a Santa Luisa para bien de la Iglesia y de toda la humanidad.

Que este año jubilar sea para toda la Familia Vicenciana, un año de gracia y de conversión; y para los destinatarios de nuestro amor, un año lleno de bendiciones. Amén.



Su hermano en San Vicente

G. Gregory Gay, C.M.
Superior General





Anexo 1
Comisión de Herencia

La comisión de Herencia ha elegido contactar con todos los miembros de la Familia Vicenciana en lugar de promover un simposio internacional. Enviará por “Internet” doce reflexiones cortas (una para cada mes del año Jubilar) acompañadas de sugerencias para su uso. Este proceso descansará básicamente en la iniciativa o creatividad local.

Nuestro objetivo. Esperamos llegar hasta el último miembro de la Familia Vicenciana en todo el mundo. Es una visión pensando en las bases. Esperamos que, una vez al mes, los miembros de la Familia Vicenciana se organicen durante este año jubilar para profundizar el carisma que compartimos, para conocernos todos mejor, y para establecer lazos de amistad y de colaboración. Nuestra ilusión sería que aquellos a los que estamos llamados a servir y los colaboradores con los que trabajamos hombro con hombro, se conviertan en parte integral de nuestras celebraciones. Al hacerlo a nivel local, esperamos que, a través de miles de pequeñas o grandes expresiones y acciones, el mundo llegue a conocer que San Vicente y Santa Luisa nos han enseñado a amar a nuestro prójimo.

Los medios. Las doce reflexiones señalarán el tema para cada mes del año jubilar. Intentamos profundizar el aprecio y el amor por nuestra vocación y celebrar el carisma unidos al pueblo al que servimos y junto con los que nos ayudan a servirle. Suponemos que esto se conseguirá mediante la participación de todos los que nos reunimos en la celebración ya que el carisma se hace efectivo no en el papel sino en la vida de los miembros de la Familia Vicenciana. Las reflexiones intentan que compartamos el conocimiento, las experiencias, las esperanzas y la acción.
Nuestra acción se realiza no solo en favor de los pobres sino con ellos, de forma que ellos y nosotros podamos sentirnos miembros de una misma familia, una familia unida por el amor de Dios. Podemos compartir con ellos la misma mesa, aceptarlos, acogerlos a vivir la experiencia de San Vicente y Santa Luisa entre nosotros; o si estamos en la enseñanza, invitando a los profesores, al equipo dirigente y a los alumnos a unirse con nosotros en la reflexión y en la acción. Lo mismo sucede si somos nosotros los formadores.

Estos son los doce temas:
1.Razón para celebrar a San Vicente y a Santa Luisa hoy: Redescubrir su dinamismo y llenarnos de su espíritu.
2.Función de la Interioridad y de la Devoción en la Familia Vicenciana.
3.El espíritu de San Vicente.
4.El espíritu de Santa Luisa.
5.¿Quién es Jesús para San Vicente?
6.¿Quién es Jesús para Santa Luisa?
7.El servicio al pobre.
8.La evangelización del pobre.
9.Distintas formas de pobreza.
10.Celebrando este Aniversario con el Pobre.
11.Cómo se vive el carisma de San Vicente y de Santa Luisa en las distintas ramas de la Familia Vicenciana.
12.Colaboración de San Vicente y Santa Luisa para el servicio del Pobre.

El proceso supone la producción y distribución de los doce temas de reflexión en las lenguas oficiales de Famvin. Pedimos a la Familia Vicenciana en su área lingüística que traduzca las reflexiones en su ámbito si así lo desea. Cada país o grupo lingüístico puede publicarlas con sencillez o de forma más profesional según se lo sugiera su tiempo o su talento.


Anexo 2


Proyecto Piloto

Con vistas a la celebración del 350 aniversario de las muertes de Santa Luisa y de San Vicente, los líderes de la Familia Vicenciana han nombrado un comité de proyectos en ayuda de una iniciativa específica que involucre a todas las ramas de la Familia Vicenciana en favor de los más pobres de los pobres. Han pedido también que esta iniciativa esté encuadrada dentro del cambio systémico.

A principios de 2009, el comité de Proyectos sugirió varias opciones a los líderes de la Familia. De entre estas opciones, han elegido un proyecto piloto de microfinanciación en Haití. En este contexto el comité está explorando la microfinanciación como la respuesta más efectiva al cambio global de la pobreza extrema. Se ha comprobado que la microfinanciación, combinada con los programas educativos y los servicios sociales, es el instrumento más efectivo para transformar las vidas de los que experimentan la pobreza. El comité pensará en los medios para promocionar la participación de los implicados en Haití y de los que ayuden desde fuera con el fin de darle al proyecto un empuje específicamente Vicenciano. Se supone que este proyecto piloto podrá servir de modelo para ser imitado en otros lugares.

El comité de Proyectos se reunió en Abril de 2009 para concretar la planificación. En esa reunión, se decidió que, como primer paso, habrá que visitar Haití para dialogar con los consejos de las distintas ramas de la Familia y así intentar comprender las espectativas de la Familia y evaluar mejor las necesidades de los más pobres de Haití. El comité cree que, antes de formular un proyecto, es vital explorar el contexto del país, identificar la compañía y admitir a los pobres en el proceso.

Un grupo pequeño compuesto por el P. Robert Maloney C.M., la profesora Laura Hartman (de la universidad DePaul) y Yasmine Cajuste (JMV) visitará Haití en Agosto de 2009 para informarse y dialogar con los miembros de la Familia Vicenciana.

Después de esa visita, el comité propondrá los medios a través de los cuales la Familia de todo el mundo pueda participar en esa iniciativa. Daremos más información cuando se concreticen los detalles del proyecto.

El comité está entusiasmado con las oportunidades para poder trabajar juntos como una Familia que ofrece la celebración del 350 aniversario de las muertes de San Vicente y Santa Luisa. En nuestras reuniones, nos fijamos intencionadamente en la inclusión, la subsidiariedad y la solidaridad como principios los que fundamentar nuestras decisiones. Anhelamos trabajar con los miembros de la Familila Vicenciana en Haití para aliviar las necesidades de los que atraviesan condiciones intolerables.
Anexo 3


El Comité de Celebración

Con el fin de favorecer una mayor participación de peregrinos, la celebración de Roma en la Basílica de San Pedro, tendrá lugar el 25 de Septiembre de 2010, Sábado a las 17 horas (5 p.m.). Presidirá la Celebración Eucarística el Cardenal F. Rodè. El Santo Padre escribirá una carta a toda la Familia Vicenciana con ocasión del 350 aniversario de la muerte de San Vicente y de Santa Luisa y, posiblemente, saludará a los presentes al final de la Eucaristía.

En la celebración, se reservarán unos puestos privilegiados para los enfermos y para los afectados de alguna limitación física. En el Ofertorio se presentarán unos símbolos que expliquen con claridad el carisma vicenciano. Hemos obtenido la indulgencia plenaria para los que participen (física o espiritualmente) en las celebraciones de París el domingo 14 de Marzo de 2010 en Notre Dame, o el sábado 25 de Septiembre de 2010 en Roma. Como ya es sabido, hay una indulgencia plenaria para cada 15 de Marzo o para cada 27 de Septiembre.

La AMM y la Congregación de la Misión tejemos juntos la historia. Felicidades AMM

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CIEN AÑOS DE PRESENCIA Y CAMINO

El domingo, 10 de mayo de 2009, y en la Basílica de la Milagrosa de Madrid (C/. García de Paredes, 45), se celebrará una Eucaristía (retransmitida por TVE-2 en su programa “El día del Señor”) para dar gracias por la aprobación y por los cien años de vida de la AMM. La presidirán el cardenal Rouco, Presidente de la Conferencia Episcopal de España, y el Director General de la Asociación, P. Gregory G. Gay, C.M., Superior General de los PP. Paúles y de las Hijas de la Caridad. La celebración estará presidida por la imagen de la Virgen Milagrosa que se conserva en la parroquia de San Ginés de Madrid, y que está conceptuada como la más antigua de España y probablemente del mundo. Será concelebrada por unos cuarenta PP. Paúles y Consiliarios Diocesanos y Locales de la AMM. Al acto acudirán representaciones de todos los Consejos Diocesanos de la AMM, con sus banderas y estandartes, ya que la AMM está presente en 65 Diócesis españolas.
La emisora Popular-TV, perteneciente a la Iglesia española, retransmitirá un amplio reportaje en el “Noticiario de la Iglesia”, a las 12 de la mañana del mismo domingo. Y también la COPE, emisora radiofónica de la Iglesia, hablará de la AMM en sus programas de la “Linterna de la Iglesia”, el viernes día 8, de 15 a 16 horas. Así como en el programa “Iglesia en Madrid”, en la mañana del día 10, a las 9,45 h. Son ya varias las págs. Web que hablan de la noticia, como “Ecclesia digital” y “Periodista digital”, así como otros medios de comunicación.


Unas 250.000 familias, en España reciben todos los meses una visita singular, con un mensaje de solidaridad y trascendencia del que hacen partícipes a familia, vecinos y amigos... invitados. El hecho se repite en unos 50 países del mundo; en algunos de forma muy floreciente, como en EE. UU., México, Camerún, Francia… Y la repetida experiencia sigue abriéndose nuevos caminos por lejanos territorios, como, últimamente, en Ucrania y Siberia. Esta labor silenciosa sorprende, en un mundo, como el nuestro, al que se quiere presentar como exclusivamente materialista, si después se aclara que se trata de una asociación, fundamentalmente evangelizadora, que está cumpliendo estos días el primer centenario de su constitución oficial.
Todo nació con la sencillez de una muchacha, campesina francesa, que comenzaba su experiencia vital como Hija de la Caridad, la gran obra de San Vicente de Paúl que hoy sigue conmoviendo a nuestra sociedad. Se llamaba Catalina Labouré y hoy está en los altares, proclamada su santidad.
En noviembre de 1830, unos cuantos años antes del mensaje similar de Lourdes, estando a media tarde en oración, recibe Catalina, de la misma Virgen María, el encargo de extender el mensaje del evangelio especialmente a las personas de corazón sencillo. El mandato se repite varias veces después. Contra viento y marea y desde un puesto, tan poco “eficaz” como el de un asilo de ancianos pobres en que ya está trabajando, se dedica a cumplir el encargo. Trata de convencer a quienes la rodean de que existe un mensaje de salvación, que la vida tiene un sentido, que Dios se nos ha acercado hasta ser, en Jesús, un Dios-hombre, cuya madre ha venido en auxilio nuestro. Todo ello queda grabado, como en un icono de fácil interpretación, en una sencilla medalla.
El mensaje va calando, y en 1832, durante una epidemia de cólera que deja en París 20.000 muertos, la gente aprende a pedir ese auxilio que se hace real y se palpa en numerosas ocasiones. Por este motivo, la medalla de la Virgen acaba siendo la medalla “milagrosa”, y la imagen allí representada será la Virgen “Milagrosa”. Aunque, en realidad, el verdadero milagro que producía la medalla y la imagen era el de acercar los corazones al mensaje salvador de Jesús de Nazaret. Se acuñaron muchas medallas, que eran solicitadas desde todos los niveles de la sociedad. Se calcula que ya en ese año de 1832, dos después de la primera aparición, se habían acuñado y distribuido en París unas 2.000 medallas, a las que la gente pronto empezó a llamar “milagrosas”. A partir de ese momento el crecimiento es impresionante: en 1835 se calculaban más de un millón de medallas y cuatro años después, unos diez millones por todo el mundo.
Y todo ello, con poco ruido, con pocos medios, sin pretender entrar en las corrientes de influencia económica o social; siguiendo el estilo de aquel personaje para quien “nuestros amos y señores son los pobres”, y que se llamaba Vicente de Paúl, expresando en esta frase las mismas preferencias de Jesús de Nazaret.

Hoy, la centenaria Asociación de la Medalla Milagrosa –fue aprobada en 1909 por otro santo, San Pío X- sigue extendiéndose preferentemente por las zonas humildes de la sociedad. Se siente el espíritu de la familia vicenciana (unos cuatro millones de personas en el mundo: Hijas de la Caridad, Paúles, Juventudes Marianas Vicencianas, Misioneros Seglares Vicencianos, Asociación Internacional de Caridades, Conferencias de San Vicente de Paúl, etc., que viven su espíritu de servicio, ya sea en los desarrollados países de Occidente, como en los Estados Unidos, o en las cabañas de África, Asia o América.
Todos ellos extienden su acción no sólo a la piedad o al conocimiento del mensaje de Jesús, sino a la acción social y solidaridad. La mayor parte de sus bienes económicos son orientados hacia proyectos encauzados a provocar un cambio sistémico en el mundo. Es el cambio de la promoción humana y de la sensibilización en torno a unas estructuras que deben cambiar para dar paso a una sociedad solidaria, inquieta por el problema del más pobre.
En ese sentido son muchos los proyectos que se llevan en el mundo. Desde España, en concreto, la Asociación está sosteniendo la promoción de la mujer africana en la zona de Chalukuane, en Mozambique, con objeto de evitar la prostitución como único camino de salida para las jóvenes, evitando así, en raíz, el problema del sida. Son educadas en hospitales que llevan las Hijas de la Caridad, para promoverlas a un status digno en la vida. Otro de los proyectos lo gestionan en Guatemala, en San Miguel Tucurú, promocionando a jóvenes de la etnia Q’ueqchi-Pocon, de zonas donde no se habla más que un dialecto local, que no les permite el acceso a un mundo más amplio. Es otro grupo de Hijas de la Caridad, con una escuela para estas jóvenes, quien las prepara para abrirse paso en la vida.
Trabajan también para promocionar a los niños de la calle de Angola, y en otros países como Cuba, Perú, Camerún…
En total, cada año, desde la Asociación de España, suelen salir unos 60 o 70 mil euros para estos proyectos. Todo recogido humildemente de gente sencilla, por medio de la Visita de la capilla de la Virgen a los hogares.
Estos miembros de la Asociación, en nuestro país, están integrados (según estadística de octubre de 2008) en 444 Asociaciones extendidas en casi todas las Diócesis de España, con un total de 33.897 socios. El número de hogares a los que se lleva una vez al mes el mensaje evangelizador por medio de la Visita Domiciliaria de la Virgen es 249.518.

Encuentro de los teólogos con Beto.

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Del provincial a los misioneros de la provincia.

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A TODOS MIS HERMANOS MISIONEROS
Y HERMANOS ESTUDIANTES
DE LA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL,
DESDE LA CURIA PROVINCIAL, UN SALUDO FRATERNO.


Estamos En la recta final de este tiempo fuerte de Cuaresma, en camino hacia la Fiesta Pascual. Este tiempo de preparación cada uno lo ha vivido según el espíritu Vicentino arraigado en su corazón, según el carácter misionero que le impulsa siempre a lo nuevo en el Espíritu de Dios. Cada uno, ha tenido su experiencia personal de desierto y de Cruz, para llegar con gozo y alegría a la fiesta de la Resurrección. Lo que debemos estar ciertos es que todo este camino cuaresmal en nuestra vida y ministerio, nos lleva hasta el trono de la Cruz, donde Cristo todavía sufre las inconsecuencias de la no vivencia del género humano, de la alianza nueva y eterna. “1ª. Lectura 5º domingo”.

El próximo Domingo de Ramos, tenemos una oportunidad junto con el pueblo de Dios, esta gente sencilla y humilde que en medio de tantos signos de muerte y desesperanza se desborda en fe para proclamar a Cristo, Redentor y centro de la vida, Rey y príncipe de la Paz, libertador del género humano porque cree, confía y espera en él.

El misterio del triduo Pascual es la expresión más grande del amor de Dios y que cambió el rumbo de la humanidad, recordaremos “que de esta manera Cristo llegó a ser causa de la salvación eterna para todos los que le obedecen” 2ª. Lectura 5º domingo.

Hermosa también la simbología: cruz, abandono, oscuridad, muerte, tumba, luz, ángeles, Resurrección, perdón de pecados, envío a misión, Ascensión, etc. todo ello mis hermanos, nos hablarán de un Dios de amor al que debemos proclamar y por quien y para quien debemos vivir.

La Resurrección es vida y vida en abundancia. Vida nueva y eterna, en Cristo Resucitado.

Del lunes 30 de marzo hasta el 14 de abril estaré en la Mosquitia. Les esperamos a nuestro retiro anual el domingo 19 por la tarde, saldremos para la granja La Milagrosa (Manzanales).


A TODOS
FELICES PASCUAS
DE RESURRECCIÓN
EN CRISTO RESUCITADO.



P. José Francisco Ramos, c.m.

Del Provincial para los estudiantes

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A TODOS NUESTROS AMADOS ESTUDIANTES DE LA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL. UN SALUDO FRATERNO DESDE LA CURIA PROVINCIAL.
Marzo 25 2009.

VIII.

Queridos amigos y hermanos en San Vicente, espero que todo vaya caminando entre ustedes al paso del amor, aun en medio de las cruces que toca cargar, sin ser redentores, pero, sí, necesarias para nuestra vida y la salvación del mundo entero. Una vida, una vocación, una misión, un proyecto programado sin el peso, sin la huella de la cruz, nunca es sólido y sucede que todo se derrumba, ora al inicio, a medio o al final del camino.

En mi última carta les recordaba y animaba a tener en cuenta la importancia de construir una verdadera comunidad familiar, iluminada por la palabra del apóstol San Pablo, cuyos textos tomados a pecho son el indicativo para un nuevo camino Provincial, un camino generado, labrado, pensado, desde una transparente reflexión, que provocará un verdadero compromiso con la comunidad local, provincial, Congregacional, etc, desde todo ángulo de la perspectiva vocacional, o sea desde ahora y para siempre.

Jóvenes, hay que comenzar desde ahora a construir, la comunidad no la ideal, sino la real: de acogida, diálogo, respeto, unidad, fraternal, de perdón, etc, donde cada uno refleje el amor inmenso, la unidad, santidad, la caridad de la Santa Trinidad, que San Vicente nos dejó como modelo de santidad, comunión y unidad, de esta manera nos evitaremos, miedos infundados, temores, huidas, desgastes, silencios, etc.

Me llama la atención la caída de Pablo camino de Damasco, algunos predican que se cayó del caballo, o del camello, yo nunca he visto un caballo en los textos de los Hc 9 y Hc 26. La caída fue bajar del podio de si mismo, de su seguridad personal, de su certeza, salir de su ego, ante el resplandor de la luz de Cristo y que lo cegó. Esta caída fue de liberación. Habla el hombre nuevo. ¿Qué quieres que haga? Preguntó. La respuesta, fue : ¡levántate, sigue tu camino y déjate ayudar! En Damasco está Ananías, el te sanará de ti mismo , de tu ceguera y te indicará el derrotero de tu nueva vida. Fue un verdadero paso hacia la conversión personal. No era malo, pero necesitaba ser mejor.

Sin este encuentro personal con Cristo, sin esta renuncia de si mismo, renuncia de su verdad, de su seguridad, etc, nunca hubiésemos conocido al apóstol Pablo, que tan sabiamente ha instruido por XX siglos al mundo cristiano y nos instruía en la carta anterior. Estoy convencido que para que hayan familias, comunidad, sociedad nuevos, es necesario que hayan mujeres y hombres nuevos, capaces de bajarse de si mismos, de preguntar, levantarse, caminar y dejarse ayudar para proseguir el camino, con un nuevo proyecto de vida y construir algo nuevo y duradero.

San Vicente, que como otros santos hubo de renunciar a si mismo, tiene como Pablo una nueva visión de su misión y nos habla de las virtudes añejas a nuestra vocación y en cuanto al Desprendimiento, expresa:

“ Deseo infinitamente que nos despojemos enteramente de la afición a todo lo que no sea de Dios, y que nos aficionemos a las cosas únicamente por Dios y según Dios, y que busquemos y establezcamos primeramente su reino en nosotros y después en los demás” . ) carta 476 ) Esta ha sido queridos estudiantes la novedad, de quienes se han encontrado con Cristo, DESPOJARSE.

Jesús, como condición para ser su discípulo, inquiere “ El que quiera seguirme, que renuncie a si mismo, tome su cruz y sígame” Lc 9,23. Si, no se da en nosotros la seriedad del seguimiento, entonces estos tres aspectos condicionantes de la llamada y del seguimiento de Cristo, no nos fortalecerán para nuestra conversión y no enriqueceremos nuestra comunidad provincial y entonces estaremos a un año luz, para comenzar un proyecto nuevo, de misioneros nuevos, para una comunidad nueva y para una provincia nueva.

San Vicente, en cuanto a este proceso del desprendimiento, sostiene: “ Oh, señor, cuán bueno es Dios para con aquellos que se desprenden de si mismos para unirse con El” Carta 498. ¿Cuántas dimensiones de nuestra vida debemos comenzar a trabajar cada día para llegar a ser aquel Sacerdote vicentino desprendido de si mismo, celoso misionero, apóstol, profeta, hermano, amigo, sensible, orante? ¿De cuántos pequeños ídolos debemos despojarnos para saber amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda la fuerza, con todo nuestro ser y consecuencia de ello saber amar al prójimo, al pobre según el corazón de Cristo?

Las ciencias nunca riñen en nuestra formación, con las virtudes y valores de nuestra vida de fe, con nuestro futuro misionero, más bien nos abren los sentidos, nos alientan el espíritu para que les demos el verdadero lugar y les asumamos íntegramente como fuerzas motoras transformantes de un proyecto nuevo personal en camino a un proyecto comunitario y provincial.

El tiempo cuaresmal, es un tiempo fuerte de fe, para detenernos y ver hacia nuestro interior y descubrir cual es nuestra participación en la cruz, pasión, muerte y resurrección de Cristo. El tiempo cuaresmal es tiempo de Desprendimiento. Desprendámonos de aquello que obstaculiza construir una verdadera comunidad familiar de futuros misioneros Vicentinos y pongamos todas las cartas en la mesa, que aquellas que se esconden bajo la manga, explotan mas adelante y causan una tremenda polvoreda que ciega los ojos de la razón y deja ciego a medio mundo.

Apostemos hnos, por una nueva comunidad familiar estudiantil de nuevos Vicentinos para Centroamérica.


Con espíritu fraterno P. José Francisco Ramos. Cm.

A mis hermanos Estudiantes de la Provincia de América Central.

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Saludos desde Guatemala.

En vísperas de la Solemnidad de San José, patrono de protector de las casas de formación sacerdotal (seminarios) les saludo fraternal y espiritualmente, esperando que cada uno de ustedes camine vocacionalmente bajo la custodia de tan glorioso intercesor.

“San José fue elegido por el eterno Padre, como protector y custodio fiel de sus principales tesoros, esto es, de su hijo y de su esposa”

Creo, hermanos, que Dios, el señor que les ha llamado para el ministerio sacerdotal, misionero, como hijos suyos para ser por la unción sacerdotal-- alther Cristhus—(otros Cristos) cuanto no apostará, por proteger, guardar, custodiar, estos nuevos tesoros que son ustedes y enriquecerles la belleza de la vocación de cada uno.

Veamos en los santos, modelos a quienes imitar. En este camino es insondable la riqueza de la que podemos apropiarnos, por que es grande el amor de Dios, hacia quienes ha llamado.

Felices fiestas de San José, que el interceda por cada uno de ustedes. Oren por nuevas y buenas vocaciones para la Congregación.

Saludos y felicitaciones del Consejo Provincial y de todos los Cohermanos.

Con afecto fraterno

P. José Francisco Ramos. Cm.
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CONGREGAZIONE DELLA MISSIONE
CURIA GENERALIZIA

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Roma, 25 de Febrero de 2009
Miércoles de Ceniza

A los miembros de la Familia Vicenciana


Queridos hermanos y hermanas,

¡Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo llenen sus corazones ahora y siempre!

Haz sitio en mi posada.
Abre mi corazón.
El Señor viene,
en esta persona sola,
la que ha sido olvidada,
ese preso sin esperanza,
ese niño no deseado,
ese desplazado,
esta persona que sufre el Sida,
ese paria a quien nadie quiere.
Señor, vienes, lo veo.
Bienvenido seas, Señor, entra
tu habitación está preparada.
-- Sor Catherine Madigan, HC


Desde que escribí mi carta de Adviento y prometí continuar tratando en mi carta de Cuaresma algunos puntos que mencioné en ella, he recibido numerosas reflexiones sobre el tema de las personas para las que no hay lugar. Muchas de estas reflexiones han enumerado diferentes ejemplos, como los desempleados, los emigrantes, aquellos y aquellas cuya cultura, lengua y color de la piel son diferentes. Vivimos en un mundo lleno de prejuicios. Cada uno de nosotros, todos, tal vez, tenemos nuestros propios prejuicios que debemos examinar y a los que nos tenemos que confrontar para curarnos de ellos.

De una manera o de otra todos hemos excluido a personas, quizá hasta aquellas con las que vivimos en nuestras comunidades y asociaciones. Puede ser que al mirar a los demás, los encontremos extraños sólo porque piensan de forma diferente. Quizá son descuidados, beben demasiado, son demasiado ruidosos o silenciosos. Tenemos muchas excusas para ignorarlos.
En esta reciente crisis económica que afecta a todo el mundo, un egoísmo exacerbado que desde un punto de vista moral está en el origen de la misma crisis, puede suscitar, incluso entre personas de buena voluntad, posturas que llevan a proteger lo que me pertenece y a privar a los otros de mi o de nuestra generosidad. Actuamos así personalmente, como familia, asociación o comunidad. El resultado es que son los más pobres de entre los pobres quienes sufren más. Sufren un mayor abandono cuando los demás se alejan y se repliegan más en ellos mismos.

A veces llegamos a decir que no hay bastante para todo el mundo. Y respondemos diciendo “lo siento” o “lo sentimos”. Y yo digo lo mismo ante numerosas y legítimas peticiones de ayuda para aquellos y aquellas que viven en la pobreza.

Durante este tiempo de Cuaresma, preguntémonos si actuamos demasiado deprisa para protegernos y proteger nuestros propios intereses. Necesitamos reflexionar todavía más, sobre todo durante este tiempo de arrepentimiento, en lo que nos ayuda a tomar conciencia de nuestras necesidades y de nuestra pobreza. En otros términos, necesitamos reflexionar en nuestra voluntad de sacrificio, o en lo que llamamos en nuestra tradición vicenciana, la virtud de la mortificación. La raíz de esta palabra significa morir a uno mismo, sacrificarse, poner al otro en primer lugar. Exige tomar en consideración las necesidades y las preocupaciones de los demás. Lo contrario de la mortificación es el egoísmo, la preocupación por el propio bienestar, la búsqueda de los propios intereses. Estas actitudes dominan el mundo en el que vivimos hoy.

Practicar el arte de la mortificación es una ocasión para nosotros, como se suele decir, de apretarnos el cinturón, vivir más sencillamente, de modo que los que habitualmente tienen un nivel de vida más bajo, sientan menos los efectos de la crisis que de ordinario. Se nos pide que invirtamos el escenario para que seamos nosotros y no ellos quienes sintamos el sufrimiento. San Vicente practicaba constantemente esto, cuando llamaba a los pobres nuestros Señores y Maestros. No hablaba de una relación de igualdad, sino que iba al otro extremo con el fin de crear una relación más equilibrada.

A veces somos lentos para comprender lo que San Vicente quiere enseñarnos al colocar a los pobres delante de nosotros. En vez de replegarnos en nosotros mismos en estos tiempos de crisis, de encerrarnos en nuestras propias actitudes egoístas, hagamos de modo que este tiempo de Cuaresma sea un tiempo de solidaridad.

Como vemos en los evangelios de Cuaresma, Jesús poco a poco es rechazado y finalmente abandonado tal y como lo fueron él y sus padres el día en que nació. Vivió un total abandono en lo alto de la cruz. Sólo algunos permanecieron fieles: “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, esposa de Cleofás, y María Magdalena”. (Jn 19, 25) y Juan. Cada uno de ellos, María, María Magdalena y Juan, tenían en común un amor incondicional a Jesús. María, como sólo una madre puede amar; María Magdalena, una pecadora arrepentida que había tocado fondo y a quien un amor verdadero había levantado, el amor incondicional de Jesús transformó su vida; y Juan, el amor de un amigo verdadero y de un discípulo fiel.
De una manera o de otra, Jesús en su experiencia de abandono: “¿Por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46), como lo expresa su grito en la cruz, experimentó más tarde la presencia íntima de su Padre quien lo llenó de una vida nueva en y por la resurrección. Está lleno del poder de curación de su Padre, se le da la vida nueva para que otros tengan la vida. Jesús concede a sus discípulos la misma capacidad de dar una vida nueva.

A menudo pensamos en la curación como una cosa extraordinaria. A veces esperamos milagros para ser renovados. Ciertamente existen formas extraordinarias por las que Dios entra en la historia humana y permite que lo imposible se realice con una vida nueva y una nueva manera de vivir. Y sin embrago, muy a menudo, cuando esperamos que alguna cosa extraordinaria suceda, dejamos escapar las ocasiones de cambio.

El poder de curación de Dios puede no ser extraordinario. Es el amor de Dios quien cura. En el evangelio de Marcos, el leproso dice, “Si quieres, puedes limpiarme”. Y Jesús, lleno de compasión, extendió su mano, lo tocó y le dijo: “Quiero. ¡Queda limpio!”. Al momento el leproso fue curado. (Mc 1, 40-42). Estos gestos humanos muy sencillos y estas acciones que provienen del corazón de Jesús, cambian la vida del leproso.

Es el poder del amor de Dios en la vida de Jesús el que ha curado. La compasión de Jesús por él no es tan extraordinaria, sino más bien ordinaria. El amor de Dios nos une a Jesús al restaurar nuestra humanidad, nos hace capaces de ser dadores de vida nueva.

Las Naciones Unidas han declarado este año 2009 como el año de la Reconciliación, considerando particularmente la reconciliación en los países del mundo que están destrozados por la guerra y divididos con motivo de numerosas formas de violencia, conflictos y pobreza. La reconciliación es tanto civil como espiritual. Una de las consecuencias de esta reconciliación activa, que nos reúne y nos levanta de nuevo, es la eliminación de toda idea de que los otros puedan ser abandonados o marginados. Todos formamos parte de un conjunto y estamos invitados a vivir en armonía los unos con los otros. La armonía o la renovación de nuestro ser es la consecuencia de la gracia del Sacramento de la Reconciliación, así como la consecuencia del diálogo entre las naciones que se esfuerzan por lograr la paz con un espíritu de buena voluntad.

Trabajar por la armonía y la reconciliación no es un acto aislado. Esto exige un esfuerzo de colaboración por parte de todos los pueblos. Me atrevo a esperar que todos los miembros de la Familia vicenciana van a trabajar para ser constructores de la reconciliación, de la paz y de la justicia en el mundo en que vivimos.

Como lo subrayó Sor Marie Poole en Collaboration of St. Vincent and St. Louise, 20081, podemos aprender mucho de nuestros fundadores, Vicente y Luisa, destinados a comunicar y trabajar juntos en una extraordinaria armonía. Vicente y Luisa desarrollaron un espíritu de igualdad que abarca la complementariedad y la comunión, una mutualidad que va más allá de la simple colaboración. El fuego que se encendió en la relación que crearon entre ellos, su amor y su servicio a los que viven en pobreza, siguen viviendo hoy en la Familia vicenciana internacional. Como familia, estamos animados a vivir de su sabiduría, a tomar como modelo su capacidad para construir puentes entre las clases de la sociedad y a incluir tanto en la toma de decisión como en el ejercicio de la responsabilidad a las personas con las que y por las que trabajamos.

Esto resume lo que esperamos cumplir al profundizar nuestro propio conocimiento del cambio sistémico, una manera contemporánea de vivir hoy nuestra espiritualidad vicenciana, caminando llenos de esperanza al lado de aquellos y aquellas que viven en la pobreza.

Como familia, estamos llamados, como lo estuvieron Vicente y Luisa, a reconocer y aceptar nuestros talentos, así como nuestras limitaciones y nuestra capacidad de trabajar de manera independiente y al mismo tiempo conjuntamente. Así como no hubo nunca ninguna competición entre Vicente y Luisa, quiera Dios que no haya nunca ninguna competencia entre las ramas de la Familia vicenciana. A pesar de nuestras diferencias, Vicente y Luisa tuvieron las suyas, dejémonos consumir por el amor de Dios y por nuestro amor hacia los más desfavorecidos. Ellos son nuestra prioridad. Dios es el autor de todo lo que hacemos y lo que hacemos juntos, lo hacemos en solidaridad con los pobres. Vicente y Luisa pudieron contar el uno con el otro en toda circunstancia, especialmente en los momentos difíciles. Imitémosles, sobre todo en estos tiempos de inestabilidad social, política, económica y religiosa que vivimos.

Puesto que caminamos juntos durante este tiempo de Cuaresma, hagámoslo a la luz de nuestros Fundadores que son verdaderos faros, modelo de auténtica colaboración, de una verdadera cooperación en el servicio, un modelo para todos nosotros en cada uno de nuestros caminos.

Hermanos y hermanas, la Cuaresma es un tiempo de abandono, de mortificación, de reconciliación, un tiempo de colaboración y de solidaridad. La Cuaresma es un tiempo de armonía y de paz. Es un tiempo para la vida nueva. Es un tiempo para pasar de la muerte a la vida, que nos hace salir de nosotros mismos para ir hacia los otros y hacia el Otro.

Que el ejemplo y la intercesión de María, la madre de Jesús, María Magdalena y Juan, nos permitan permanecer firmes y fieles al pie de la cruz, unidos en nuestro amor incondicional a Aquel que nos amó primero. Que sea el amor de Cristo crucificado quien nos apremie.


Su hermano en San Vicente,

G. Gregory Gay, C.M.
Superior general

Carta del Provincial a los estudiantes

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A TODOS LOS HERMANOS ESTUDIANTES
DE LA PROVINCIA DE AMERICA CENTRAL.
2 / 2 / 09
VII

Queridos hermanos estudiantes, al comenzar este año del Señor 2009, me dirijo nuevamente a ustedes, para caminar desde aquí con ustedes este camino vocacional al cual hemos sido llamados. Hemos tenido a principios de este año, la visita de nuestro Superior General Padre Gregorio Gay, a quien algunos de ustedes lograron saludar y escuchar, animándoles a aprender a amar la Congregación y este amor que nos dará fidelidad vocacional vicentina, recordándonos que nos ordenamos misioneros en la Provincia para la Congregación.

En mi última carta les animaba a detenerse en los cinco aspectos que el Documentos de Aparecida, propone para todo proceso vocacional, aspectos les decía, no deben ser ajenos para cualquier vicentino, en su formación inicial como continua. Me llenó de alegría saber que la mayoría de ustedes disfrutó de merecidas vacaciones y compartió con su familia, no solo las fiestas de navidad y año nuevo, sino también el gozo de la experiencia vocacional de estos dos últimos dos años.

La familia nunca deja de ser la raíz de nuestra fe y por ende la puerta a nuestra vocación vicentina. Espero que todos hayan regresado bien reencauchaditos, porque el camino no deja algunas veces de ser un poco largo y escabroso y solo los sencillos, los humildes, los que aman la vocación y la provincia, alcanzan ganarle a ese camino.

El final de año pasado hemos sido testigos del amor de Dios a la provincia con la ordenación diaconal del Hno Agapito, que significó no solo un gozo eclesial en la parroquia San Jacinto, sino también una acción de gracias de parte nuestra al Buen Pastor, por el don de Agapito a nuestra Provincia.

Las vacaciones de los hermanos Nelson Javier Salgado y Jason Cristian Soto culminaron respondiendo a su compromiso bautismal, con la emisión de los SANTOS VOTOS, que les incorporó definitivamente a la Congregación de la Misión, el 15 de enero , en León, Nicaragua, 5 días de retiro fue el epílogo para consolidar esta alianza, con el ofertorio de sus vidas. Sobre los votos, San Vicente dice que: La Congregación ha pensando que no podía usar de armas mas fuertes y más adecuadas que las que usó la sabiduría eterna con tanto éxito y tanta eficacia. Cons 28. Para una misión tan humana, divina y tan excelsa, Dios quiso fuera necesaria la concordia de medios meramente humanos, bajo la luz de su gracia divina.

Nuestros dos hermanos, Sergio Alberto Quintana Tiul, residiendo en la Casa de Bethania y José Cristóbal Villatoro con residencia en la Curia Provincia, están estudiando en el Instituto Centroamericano de Ciencias Religiosas y están preparando sus votos para el 26 de abril. Daniel Vin Guerra, Guatemalteco, es el único joven que llegó a la provincia para el año propedéutico. Moisés de Honduras, de la provincia de Zaragoza para filosofía. Juan José que regresó para noviciado.

Queridos estudiantes, cada etapa de formación es y debe ser, una verdadera comunidad familiar. Y como familia, todos tienen los mismos proyectos y objetivos, porque todos van hacia al mismo puerto, todos tiene la misma llamada, todos responden a la misma inquietud, a todos les anima el mismo espíritu, todos trabajaran en las mismas comunidades locales, todos aportaran para tomar decisiones trascendentes en la provincia, por eso como una sola familia, ninguno debe ser ajeno a la situación de sus hermanos de camino. “Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas y así cumplirán la ley de Cristo”. Gal 6,2., Esta invitación de San Pablo, no debe ser una lectura de corrido, sino más bien, una lectura reflexionada interiormente desde lo más profundo de la responsabilidad vocacional, y descubrir así la grandeza y belleza de la vida comunitaria.

Más adelante en mismo apóstol, sigue apostando por esta verdad y unidad comunitaria: “Que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Sepan aconsejarse unos a otros y enseñarse mutuamente con palabras y consejos sabios” Col 4,16 . Urgía San Pablo comunidades bien ajustadas que propone como única verdad al mismo Cristo Jesús, Palabra de vida, uno con el Padre y el Espíritu Santo. Solamente acogiendo su Palabra somos semillas que producen buenos frutos y hermanos que se aman bien, desde pequeñitos--- según San Vicente----

San Pablo experto en la Palabra, dice que la caridad debe manifestarse ad- intra significa primero desde dentro de la comunidad y luego ad-extra, o sea hacia fuera. Y a modo de oración dice “Que el Señor los haga crecer más y más en el amor que se tienen unos a otros y también a los demás” 1 Tes 3, 12. A amar se aprende amando.

Tan convencido estaba el apóstol de los gentiles que las comunidades cambian cuando Cristo es la cabeza de la comunidad, que expresa “En lo referente al amor fraterno, no necesitan que les escriba, ya que Dios mismo les enseñó a amarse unos a otro”. 1 Tes 4, 9.

“POR ESO ANÍMENSE MUTUAMENTE Y AYUDENSE UNOS A OTROS A CRECER JUNTOS, COMO LO ESTÁN HACIENDO .1 TES 5,11” Hermanos, este texto es de oro para el tema que estamos tratando: Anímense, ayúdense, crezcan juntos. No es un mandato, es una invitación. Esta es la carta de presentación de una verdadera comunidad educativa, bajo las luces de la gracia. La comunidad es fuente de vida. Cura, sana, fortalece, reanima, etc. Los elementos que la conforman son protagonistas de un mismo querer y un mismo sentir. Allí no existe el antagonismo. Allí no se imponen nacionalismos, culturas, ideologías, partidismos, escapismos, ni búsqueda de poder, ni comodidad, etc, etc, etc, allí solo prevalece el bien común, que tiene rostro e historia: CRISTO, LOS POBRES, LAS MISIONES Y LA CONGREGACIÓN.

Les pido mis hermanos por el bien de la provincia, de las misiones, de los pobres y apostando por misioneros buenos y santos ayúdense mutuamente en todo, pero también déjense ayudar en todo. En la formación debe haber un solo denominador común, un protagonista, nunca un antagonista, por que ninguna etapa de nuestra formación es competencia. Hay que ser sencillos y muy humildes para corregir y aceptar la corrección fraterna y debemos serlo tanto por fuera, como por dentro de nuestro espíritu y corazón.

Que la verdadera comunidad de Nazareth, en esta fiesta de la de la luz, les anime a trabajar sin descanso por el bien de la provincia a la que debemos amar, renovar y santificar. De ustedes en la celebración de la vida religiosa.
P. José Francisco Ramos. Cm.

GRAN ALEGRÍA

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Nuestros hermanos, Nelson Javier Salgado Blandón y Jason Cristian Soto Herrera, ambos nicaragüenses, harán sus votos el próximo 15 de enero en la Escuela la Recolección de la ciudad de León, Nicaragua. Les pedimos oraciones para ellos.