Ordenación presbiteral


En la Casa Madrde de las Hijas de la Caridad

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350 años de la CM.

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A la Familia Vicenciana
Roma 13 de Mayo 2009


Queridos hermanos y hermanas,

¡La gracia de Nuestro Señor Jesucristo llene nuestros corazones ahora y siempre!

Como lo hemos oído proclamado a lo largo de todo el tiempo Pascual, somos personas de Resurrección y nuestro canto es ¡Aleluya!

Les escribo hoy para anunciarles oficialmente el comienzo del Año Jubilar en el que celebraremos, como Familia Vicenciana, el aniversario de la muerte y resurrección de nuestros Fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Lo hacemos bajo el lema “Caridad y Misión”. La misión es el enfoque que queremos dar a este año de celebraciones que comienza el 27 de Septiembre de 2009 y que dura hasta el 27 de Septiembre de 2010. Nuestra misión, evangelizar y servir al pobre, está motivada como siempre por el amor a Dios que se resuelve en actos de caridad en contacto directo con el pobre y por amor a él.

Celebramos nuestro pasado agradeciendo a Dios los ejemplos maravillosos de amor que nos dejaron San Vicente y Santa Luisa. Al hablar de nuestra misión, durante este año jubilar, reflexionamos detenidamente en su relación con la caridad según la practicaron San Vicente, Santa Luisa y otros. Queremos tener presente la colaboración que existió entre San Vicente y Santa Luisa y otros en el ejercicio de su misión. Además de celebrar la muerte y la resurrección de San Vicente y Santa Luisa, celebramos también la muerte y resurrección de un compañero muy cercano, el primer compañero de San Vicente de Paúl: el Sr. Portail. También él murió el mismo año 1660.

Todos ellos estaban implicados en una misión de amor. Estaban unidos por el amor: un profundo amor a Dios y un profundo amor al pobre. Llevaron a cabo su misión con una pasión tan honda que aún hoy continúa sintiéndose en la Familia Vicenciana por todo el mundo de una forma muy por encima de lo que San Vicente y Santa Luisa o incluso el Sr. Portail pudieron imaginar. Por poner un ejemplo de cómo continúa esta misión, todavía queda otro aniversario por celebrar este año: el 150 aniversario de la muerte de San Justino de Jacobis, un gran misionero en lo que hoy es Eritrea y Etiopía.

El concepto de colaboración puede traducirse mejor como compañerismo. Es el sentido que queremos trasladar a todos los miembros de nuestra Familia Vicenciana al trabajar juntos en nuestra evangelización y servicio al pobre. Parece que compañerismo es precisamente lo que San Vicente y Santa Luisa y los otros pusieron en práctica en el cumplimiento de su misión. Este compañerismo va más allá de una simple relación de trabajo; es una relación de vida que incluye una misión común en el servicio al pobre.

Recientemente, en una reunión de la Familia Vicenciana en Alemania, su reunión anual MEGVIS, tuvimos una presentación interesante analizando la realidad de Alemania. Nos hicimos esta pregunta: como Familia Vicenciana ¿qué estamos haciendo para enfrentarnos a la realidad? Creo que esta pregunta es la que debemos hacernos al ejercer nuestra misión. Queremos que nuestra misión hoy sea más y más creativa para responder a las necesidades de los pobres allí donde se encuentren; y queremos hacerlo con compañerismo, unos con otros.

Como diría San Pablo, estamos llamados a “hacernos todo a todos” porque nos encontramos en muchos lugares del mundo con gente alejada del concepto tradicional de Iglesia, gente inconsciente de que Dios está presente en sus vidas en y a través de los sacramentos. De alguna forma, por medio de nuestra misión, tenemos que acercarnos a ellos. Como dijo Jesús, Él vino a sanar no a los sanos sino a los pecadores, a los alejados. Él se acercó a la oveja perdida que se había extraviado de las otras noventa y nueve. A esos, como miembros de la Familia Vicenciana, estamos llamados a buscar, a ir hacia ellos, acercándonos sin esperar a que ellos vengan a nosotros, sino moviéndonos nosotros primero para ir hacia ellos. Es el concepto de misión hoy motivado por la verdadera caridad.

Para honrar a San Vicente en el año de su 350 aniversario, creo que es importante que aprendamos más sobre sus compañeros Luisa, Portail y otros que han compartido su herencia. Esto es precisamente lo que se pretende con el año jubilar: ahondar nuestro conocimiento principalmente de Santa Luisa como compañera de San Vicente en la caridad y en la misión hacia los pobres.

Me gustaría compartir con Uds. unas cuantas actividades que hemos programado a nivel internacional. Distintos comités las han organizado para ayudarnos a celebrar mejor el año jubilar y para presentar y testimoniar nuestra herencia en el mundo de hoy. La Comité de Herencia enviará un tema todos los meses a la Familia Vicenciana de todo el mundo para reflexionar y profundizar nuestra espiritualidad. El Comité de Proyectos ha decidido respaldar el que han aprobado los encargados de la Familia Vicenciana. Se trata de un proyecto piloto en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental. El proyecto se basa en la microfinanciación; los miembros de la Familia Vicenciana participarán en él de de una forma concreta. Con este proyecto conectaremos con la realidad de los pobres de Haití, conoceremos su realidad y contaremos con la colaboración de los mismos pobres. Tendremos la oportunidad de ayudarles de una manera concreta, no solo con ayuda financiera sino también con nuestras palabras de respaldo y solidaridad. (Véase información adicional #2)

El Comité de Celebración ha preparado dos celebraciones. Una será en la Catedral Notre Dame de París la víspera del aniversario de la muerte de Santa Luisa. El Cardenal Andrè Ving-trois, arzobispo de París, en una carta del 24 de abril ha escrito: “Bienvenida, Familia Vicenciana. Con gozo les recibo en la catedral de Notre Dame para la misa del día 14 de Marzo de 2010 a las 6:30 p.m. en honor de Santa Luisa de Marillac.” Al día siguiente, fiesta de Santa Luisa, celebraremos la Eucaristía en Rue du Bac. El 25 de septiembre celebraremos la fiesta de San Vicente en la Basílica de San Pedro de Roma. (Para más información sobre ambas celebraciones ver la nota addicional #3). El Comité del Secretariado ha preparado una publicación sobre la vida de San Vicente y Santa Luisa con ejemplos de cómo se vive el carisma hoy.

Estas distintas actividades de las Comisiones están dirigidas por el Comité Ejecutivo que responde directamente ante los responsables máximos de las ramas de la Familia Vicenciana. Del aspecto financiero se encarga el Comité de Finanzas. (Los detalles de estas actividades se pueden encontrar en Famvin.org del día 3 de abril que es un resumen de la última reunión de los encargados de la Familia Vicenciana celebrada en Madrid en Enero.)

Intentamos estimular la creatividad de los miembros de la Familia Vcenciana en todo el mundo. Estas actividades nos ayudarán a pensar globalmente y a responder con proyectos locales. Por ejemplo, hemos animado a las Provincias de Italia, Eritrea y Etiopía a celebrar a nivel local el 150 aniversario de la muerte del gran misionero San Justino de Jacobis. Acciones parecidas pueden llevarse a cabo a través de la Familia Vicenciana internacional. Nos gustaría conocer estas actividades. Para ello, hemos creado una ventana “web” donde se puede publicar las actividades que se llevan a cabo a nivel local ayudándonos a todos a celebrar, meditar y profundizar nuestro camino con San Vicente y Santa Luisa durante este Jubileo.

El lema durante estos dos últimos años ha sido el cambio systémico y lo seguirá siendo durante el 350 aniversario. De alguna forma, este lema ha gozado de mucha atención y también de cierta reacción por parte de algunos debido a sus ramificaciones políticas totalmente ajenas a nuestra intención. Nos interesa esta expresión sociológica actual como medio de llegar a los agentes del cambio en conformidad con el regalo que Dios nos ha concedido y que caracteriza lo que verdaderamente somos: agentes de caridad. Esperamos promover la caridad que no es un donativo a los pobres sino una mano para ayudarles a ponerse en pie. Unidos a los pobres y desde su realidad, podemos trabajar y evangelizar de forma que el mundo se convierta en un lugar un poco más agradable para ellos.

Les animamos a todos Uds. a continuar profundizando su comprensión de este concepto sencillo que, a veces, complicamos nosotros; un concepto que va siendo más estudiado en distintas reuniones por todo el mundo. Hasta ahora hemos tenido una reunión de estudio para los dirigentes Vicencianos en Mexico; seguirán otras en Junio en Brasil, en Julio en Camerún para los países de África-Madagascar y en Bangkok (Tailandia) para los de Asia-Occeanía. Los años siguientes vendrán unas reuniones de estudio en Europa y en Estados Unidos de América. Se trata de reuniones que ayuden a los dirigentes Vicencianos a entender la metodología del cambio systémico para ponerla en práctica junto con los pobres a los que se intenta ayudar en todo el mundo.

Termino con una nueva oración para el año jubilar, un año de caridad y de misión. Espero que el mismo espíritu que llenó el corazón de San Vicente y Santa Luisa llene también los nuestros mientras continuamos dando testimonio y sirviendo a nuestros amos y señores, los Pobres.

Señor Dios Omnipotente, Padre de los pobres. Tú nos concedes la gracia de conmemorare este año el 350 aniversario de la muerte de San Vicente y de Santa Luisa. Te damos redidas gracias por este don. Concédenos por su intercessión, que nos dejemos transformar más plenamente por el Espiritu que Tú les diste. Que el Espíritu de Caridad inunde nuestro corazón y nuestra mente para que nuestro amor por los marginados y rechazados de la sociedad, sea inventivo hasta el infinito, cariñoso, atento, misericordioso y previsor.

Haznos descubrir la audacia de San Vicente y de Santa Luisa, la laboriosidad y las fragancia de aquel amor siempre renovado por los pobres, que les ayude a cambiar de verdad su vida.

Ayúdanos a hacer fuerte y humilde nuestra fe en este mundo nuestro que parece tan alejado de Ti, pero que tiene una gran sed de Ti.

Haz que podamos ser signo de esperanza para muchos, como lo fueron San Vicente y Santa Luisa, simples compañeros de viaje por el mar de la vida. Concédenos que no nos echemos atrás frente a las dificultades y que nos esforcemos con nuestras manos en favor de los pobres, nuestros maestros. Haz que en su escuela aprendamos a ser verdaderos hijos tuyos, dignos herederos del carisma que Tú confiaste a San Vicente y a Santa Luisa para bien de la Iglesia y de toda la humanidad.

Que este año jubilar sea para toda la Familia Vicenciana, un año de gracia y de conversión; y para los destinatarios de nuestro amor, un año lleno de bendiciones. Amén.



Su hermano en San Vicente

G. Gregory Gay, C.M.
Superior General





Anexo 1
Comisión de Herencia

La comisión de Herencia ha elegido contactar con todos los miembros de la Familia Vicenciana en lugar de promover un simposio internacional. Enviará por “Internet” doce reflexiones cortas (una para cada mes del año Jubilar) acompañadas de sugerencias para su uso. Este proceso descansará básicamente en la iniciativa o creatividad local.

Nuestro objetivo. Esperamos llegar hasta el último miembro de la Familia Vicenciana en todo el mundo. Es una visión pensando en las bases. Esperamos que, una vez al mes, los miembros de la Familia Vicenciana se organicen durante este año jubilar para profundizar el carisma que compartimos, para conocernos todos mejor, y para establecer lazos de amistad y de colaboración. Nuestra ilusión sería que aquellos a los que estamos llamados a servir y los colaboradores con los que trabajamos hombro con hombro, se conviertan en parte integral de nuestras celebraciones. Al hacerlo a nivel local, esperamos que, a través de miles de pequeñas o grandes expresiones y acciones, el mundo llegue a conocer que San Vicente y Santa Luisa nos han enseñado a amar a nuestro prójimo.

Los medios. Las doce reflexiones señalarán el tema para cada mes del año jubilar. Intentamos profundizar el aprecio y el amor por nuestra vocación y celebrar el carisma unidos al pueblo al que servimos y junto con los que nos ayudan a servirle. Suponemos que esto se conseguirá mediante la participación de todos los que nos reunimos en la celebración ya que el carisma se hace efectivo no en el papel sino en la vida de los miembros de la Familia Vicenciana. Las reflexiones intentan que compartamos el conocimiento, las experiencias, las esperanzas y la acción.
Nuestra acción se realiza no solo en favor de los pobres sino con ellos, de forma que ellos y nosotros podamos sentirnos miembros de una misma familia, una familia unida por el amor de Dios. Podemos compartir con ellos la misma mesa, aceptarlos, acogerlos a vivir la experiencia de San Vicente y Santa Luisa entre nosotros; o si estamos en la enseñanza, invitando a los profesores, al equipo dirigente y a los alumnos a unirse con nosotros en la reflexión y en la acción. Lo mismo sucede si somos nosotros los formadores.

Estos son los doce temas:
1.Razón para celebrar a San Vicente y a Santa Luisa hoy: Redescubrir su dinamismo y llenarnos de su espíritu.
2.Función de la Interioridad y de la Devoción en la Familia Vicenciana.
3.El espíritu de San Vicente.
4.El espíritu de Santa Luisa.
5.¿Quién es Jesús para San Vicente?
6.¿Quién es Jesús para Santa Luisa?
7.El servicio al pobre.
8.La evangelización del pobre.
9.Distintas formas de pobreza.
10.Celebrando este Aniversario con el Pobre.
11.Cómo se vive el carisma de San Vicente y de Santa Luisa en las distintas ramas de la Familia Vicenciana.
12.Colaboración de San Vicente y Santa Luisa para el servicio del Pobre.

El proceso supone la producción y distribución de los doce temas de reflexión en las lenguas oficiales de Famvin. Pedimos a la Familia Vicenciana en su área lingüística que traduzca las reflexiones en su ámbito si así lo desea. Cada país o grupo lingüístico puede publicarlas con sencillez o de forma más profesional según se lo sugiera su tiempo o su talento.


Anexo 2


Proyecto Piloto

Con vistas a la celebración del 350 aniversario de las muertes de Santa Luisa y de San Vicente, los líderes de la Familia Vicenciana han nombrado un comité de proyectos en ayuda de una iniciativa específica que involucre a todas las ramas de la Familia Vicenciana en favor de los más pobres de los pobres. Han pedido también que esta iniciativa esté encuadrada dentro del cambio systémico.

A principios de 2009, el comité de Proyectos sugirió varias opciones a los líderes de la Familia. De entre estas opciones, han elegido un proyecto piloto de microfinanciación en Haití. En este contexto el comité está explorando la microfinanciación como la respuesta más efectiva al cambio global de la pobreza extrema. Se ha comprobado que la microfinanciación, combinada con los programas educativos y los servicios sociales, es el instrumento más efectivo para transformar las vidas de los que experimentan la pobreza. El comité pensará en los medios para promocionar la participación de los implicados en Haití y de los que ayuden desde fuera con el fin de darle al proyecto un empuje específicamente Vicenciano. Se supone que este proyecto piloto podrá servir de modelo para ser imitado en otros lugares.

El comité de Proyectos se reunió en Abril de 2009 para concretar la planificación. En esa reunión, se decidió que, como primer paso, habrá que visitar Haití para dialogar con los consejos de las distintas ramas de la Familia y así intentar comprender las espectativas de la Familia y evaluar mejor las necesidades de los más pobres de Haití. El comité cree que, antes de formular un proyecto, es vital explorar el contexto del país, identificar la compañía y admitir a los pobres en el proceso.

Un grupo pequeño compuesto por el P. Robert Maloney C.M., la profesora Laura Hartman (de la universidad DePaul) y Yasmine Cajuste (JMV) visitará Haití en Agosto de 2009 para informarse y dialogar con los miembros de la Familia Vicenciana.

Después de esa visita, el comité propondrá los medios a través de los cuales la Familia de todo el mundo pueda participar en esa iniciativa. Daremos más información cuando se concreticen los detalles del proyecto.

El comité está entusiasmado con las oportunidades para poder trabajar juntos como una Familia que ofrece la celebración del 350 aniversario de las muertes de San Vicente y Santa Luisa. En nuestras reuniones, nos fijamos intencionadamente en la inclusión, la subsidiariedad y la solidaridad como principios los que fundamentar nuestras decisiones. Anhelamos trabajar con los miembros de la Familila Vicenciana en Haití para aliviar las necesidades de los que atraviesan condiciones intolerables.
Anexo 3


El Comité de Celebración

Con el fin de favorecer una mayor participación de peregrinos, la celebración de Roma en la Basílica de San Pedro, tendrá lugar el 25 de Septiembre de 2010, Sábado a las 17 horas (5 p.m.). Presidirá la Celebración Eucarística el Cardenal F. Rodè. El Santo Padre escribirá una carta a toda la Familia Vicenciana con ocasión del 350 aniversario de la muerte de San Vicente y de Santa Luisa y, posiblemente, saludará a los presentes al final de la Eucaristía.

En la celebración, se reservarán unos puestos privilegiados para los enfermos y para los afectados de alguna limitación física. En el Ofertorio se presentarán unos símbolos que expliquen con claridad el carisma vicenciano. Hemos obtenido la indulgencia plenaria para los que participen (física o espiritualmente) en las celebraciones de París el domingo 14 de Marzo de 2010 en Notre Dame, o el sábado 25 de Septiembre de 2010 en Roma. Como ya es sabido, hay una indulgencia plenaria para cada 15 de Marzo o para cada 27 de Septiembre.

La AMM y la Congregación de la Misión tejemos juntos la historia. Felicidades AMM

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CIEN AÑOS DE PRESENCIA Y CAMINO

El domingo, 10 de mayo de 2009, y en la Basílica de la Milagrosa de Madrid (C/. García de Paredes, 45), se celebrará una Eucaristía (retransmitida por TVE-2 en su programa “El día del Señor”) para dar gracias por la aprobación y por los cien años de vida de la AMM. La presidirán el cardenal Rouco, Presidente de la Conferencia Episcopal de España, y el Director General de la Asociación, P. Gregory G. Gay, C.M., Superior General de los PP. Paúles y de las Hijas de la Caridad. La celebración estará presidida por la imagen de la Virgen Milagrosa que se conserva en la parroquia de San Ginés de Madrid, y que está conceptuada como la más antigua de España y probablemente del mundo. Será concelebrada por unos cuarenta PP. Paúles y Consiliarios Diocesanos y Locales de la AMM. Al acto acudirán representaciones de todos los Consejos Diocesanos de la AMM, con sus banderas y estandartes, ya que la AMM está presente en 65 Diócesis españolas.
La emisora Popular-TV, perteneciente a la Iglesia española, retransmitirá un amplio reportaje en el “Noticiario de la Iglesia”, a las 12 de la mañana del mismo domingo. Y también la COPE, emisora radiofónica de la Iglesia, hablará de la AMM en sus programas de la “Linterna de la Iglesia”, el viernes día 8, de 15 a 16 horas. Así como en el programa “Iglesia en Madrid”, en la mañana del día 10, a las 9,45 h. Son ya varias las págs. Web que hablan de la noticia, como “Ecclesia digital” y “Periodista digital”, así como otros medios de comunicación.


Unas 250.000 familias, en España reciben todos los meses una visita singular, con un mensaje de solidaridad y trascendencia del que hacen partícipes a familia, vecinos y amigos... invitados. El hecho se repite en unos 50 países del mundo; en algunos de forma muy floreciente, como en EE. UU., México, Camerún, Francia… Y la repetida experiencia sigue abriéndose nuevos caminos por lejanos territorios, como, últimamente, en Ucrania y Siberia. Esta labor silenciosa sorprende, en un mundo, como el nuestro, al que se quiere presentar como exclusivamente materialista, si después se aclara que se trata de una asociación, fundamentalmente evangelizadora, que está cumpliendo estos días el primer centenario de su constitución oficial.
Todo nació con la sencillez de una muchacha, campesina francesa, que comenzaba su experiencia vital como Hija de la Caridad, la gran obra de San Vicente de Paúl que hoy sigue conmoviendo a nuestra sociedad. Se llamaba Catalina Labouré y hoy está en los altares, proclamada su santidad.
En noviembre de 1830, unos cuantos años antes del mensaje similar de Lourdes, estando a media tarde en oración, recibe Catalina, de la misma Virgen María, el encargo de extender el mensaje del evangelio especialmente a las personas de corazón sencillo. El mandato se repite varias veces después. Contra viento y marea y desde un puesto, tan poco “eficaz” como el de un asilo de ancianos pobres en que ya está trabajando, se dedica a cumplir el encargo. Trata de convencer a quienes la rodean de que existe un mensaje de salvación, que la vida tiene un sentido, que Dios se nos ha acercado hasta ser, en Jesús, un Dios-hombre, cuya madre ha venido en auxilio nuestro. Todo ello queda grabado, como en un icono de fácil interpretación, en una sencilla medalla.
El mensaje va calando, y en 1832, durante una epidemia de cólera que deja en París 20.000 muertos, la gente aprende a pedir ese auxilio que se hace real y se palpa en numerosas ocasiones. Por este motivo, la medalla de la Virgen acaba siendo la medalla “milagrosa”, y la imagen allí representada será la Virgen “Milagrosa”. Aunque, en realidad, el verdadero milagro que producía la medalla y la imagen era el de acercar los corazones al mensaje salvador de Jesús de Nazaret. Se acuñaron muchas medallas, que eran solicitadas desde todos los niveles de la sociedad. Se calcula que ya en ese año de 1832, dos después de la primera aparición, se habían acuñado y distribuido en París unas 2.000 medallas, a las que la gente pronto empezó a llamar “milagrosas”. A partir de ese momento el crecimiento es impresionante: en 1835 se calculaban más de un millón de medallas y cuatro años después, unos diez millones por todo el mundo.
Y todo ello, con poco ruido, con pocos medios, sin pretender entrar en las corrientes de influencia económica o social; siguiendo el estilo de aquel personaje para quien “nuestros amos y señores son los pobres”, y que se llamaba Vicente de Paúl, expresando en esta frase las mismas preferencias de Jesús de Nazaret.

Hoy, la centenaria Asociación de la Medalla Milagrosa –fue aprobada en 1909 por otro santo, San Pío X- sigue extendiéndose preferentemente por las zonas humildes de la sociedad. Se siente el espíritu de la familia vicenciana (unos cuatro millones de personas en el mundo: Hijas de la Caridad, Paúles, Juventudes Marianas Vicencianas, Misioneros Seglares Vicencianos, Asociación Internacional de Caridades, Conferencias de San Vicente de Paúl, etc., que viven su espíritu de servicio, ya sea en los desarrollados países de Occidente, como en los Estados Unidos, o en las cabañas de África, Asia o América.
Todos ellos extienden su acción no sólo a la piedad o al conocimiento del mensaje de Jesús, sino a la acción social y solidaridad. La mayor parte de sus bienes económicos son orientados hacia proyectos encauzados a provocar un cambio sistémico en el mundo. Es el cambio de la promoción humana y de la sensibilización en torno a unas estructuras que deben cambiar para dar paso a una sociedad solidaria, inquieta por el problema del más pobre.
En ese sentido son muchos los proyectos que se llevan en el mundo. Desde España, en concreto, la Asociación está sosteniendo la promoción de la mujer africana en la zona de Chalukuane, en Mozambique, con objeto de evitar la prostitución como único camino de salida para las jóvenes, evitando así, en raíz, el problema del sida. Son educadas en hospitales que llevan las Hijas de la Caridad, para promoverlas a un status digno en la vida. Otro de los proyectos lo gestionan en Guatemala, en San Miguel Tucurú, promocionando a jóvenes de la etnia Q’ueqchi-Pocon, de zonas donde no se habla más que un dialecto local, que no les permite el acceso a un mundo más amplio. Es otro grupo de Hijas de la Caridad, con una escuela para estas jóvenes, quien las prepara para abrirse paso en la vida.
Trabajan también para promocionar a los niños de la calle de Angola, y en otros países como Cuba, Perú, Camerún…
En total, cada año, desde la Asociación de España, suelen salir unos 60 o 70 mil euros para estos proyectos. Todo recogido humildemente de gente sencilla, por medio de la Visita de la capilla de la Virgen a los hogares.
Estos miembros de la Asociación, en nuestro país, están integrados (según estadística de octubre de 2008) en 444 Asociaciones extendidas en casi todas las Diócesis de España, con un total de 33.897 socios. El número de hogares a los que se lleva una vez al mes el mensaje evangelizador por medio de la Visita Domiciliaria de la Virgen es 249.518.