Ordenación presbiteral


En la Casa Madrde de las Hijas de la Caridad

Asamblea General

Ordenación diaconal de Nelson, Jason y 6 colombianos.

CARTA DE AGOSTO A LOS ESTUDIANTES

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GUATEMALA, 18 DE AGOSTO 2008.

A NUESTROS AMADOS ESTUDIANTES DE LA PROVINCIA DE AMÉRICA CENTRAL, UN FRATERNAL SALUDO DESDE LA CURIA PROVINCIAL.


Reciban, amados estudiantes desde el corazón de la provincia nuestra gratitud por la generosidad que les mueve a continuar su formación misionera desde el corazón, mirada y espíritu de Vicente de Paúl. A nivel académico 2008 ya están en la pista de la recta final, esto se debe a la perseverancia vocacional que les ubica en este campo donde no hay competencia, sino, misión, visión y valores, ofrenda de renuncia, de amor al sacrificio, donde se aprender a morir cada día, para que los pobres tengan, vida y la tengan en abundancia.

En la carta anterior, compartía, la necesidad que entre el camino ya hecho y la brecha que se está generando, hiciéramos un espacio al Espíritu Santo para ir proyectando a corto y largo plazo una REFORESTACION PROVINCIAL y reforestación en todo. Esto no debe ser un sueño, sino más bien poner manos a la obra al compromiso adquirido por nuestra condición de Vicentinos. Para ello amados estudiantes, es bueno que ambas generaciones, tengamos la valentía de quemar lo que antes adorábamos y valentía para adorar lo que antes quemábamos.

Sí, es necesaria esta transfiguración. Quemar lo que antes adorábamos. Ustedes las nuevas generaciones han tenido la gracia, que la Provincia les ha proporcionado asistencia y terapia psicológica, cursos de formación humana, etc. y así tengan las herramientas para saber como entrarle a todos esos vericuetos que nos enredan vocacional y pastoralmente en conflictos: personales, comunitarios, afectivos, obediencia, etc, etc, y de este modo fortalecer la gracia de ser verdadera sal y luz del mundo, ser pastores al estilo de Jesús, sin mácula alguna. Alther Christus, nos recordaba San Vicente. Y de esa forma la provincia se evitaría perder el pan ya cocido y el que esta por cocerse, o sea las salidas frustrantes.

Ahora, creo, que el camino para adorar lo que antes quemábamos, es el camino de una sincera conversión. Volver al espíritu de la Congregación, sin ignorar, ni rechazar los tiempos nuevos que vivimos. Volver a la fuente y beber de ella, nos recordaba el Papa Paulo VI. Esto es Vivir en conversión continua. Ese es el llamado a la vida nueva para no olvidar el compromiso y gozo de nuestra ordenación sacerdotal, esto evitará todo enquilosamiento personal, comunitario y todo juicio inútil. Jesús, dice, que no se puede poner un remiendo nuevo en una tela vieja. Y a vinos nuevos cueros nuevos. El reto a nuestra provincia para las antiguas y nuevas generaciones es: renovarse o morir, convertirnos o seguir en nuestros vicios y pecados.

La conversión continua obliga a la provincia entera y a cada uno de sus miembros a dejarse transformar por el Espíritu Santo. En El Credo rezamos: SEÑOR Y DADOR DE VIDA. Si pensamos en una nueva provincia, en donde nos ajustemos a ella y no al revés, si creemos que puede suceder el milagro de la Reforestación Provincial, si creemos que tenemos la gracia de pedir perdón y saber perdonar, si le perdemos el miedo al miedo que nos da miedo, si estamos en capacidad de asumir la metanoia, si no tengo miedo perder, entonces y solamente entonces, veremos florecer en la provincia, frutos nuevos de conversión.

Entiendo que el pensamiento del siglo XXI tiene una forma de ver y juzgar todas las cosas en todos los campos y dimensiones, esto es bueno para dar razón de lo que tenemos y amamos, pero también con la salvedad que si nuestros criterios y valores no son consistentes, nos abismamos aun camino de doble peligro: caer en un relativismo calcinante, o abrir una brecha que cada ves mas se ensancha, sin permitir el espacio que permita a las generaciones encontrarse, algo así como lo dice el Documento de Puebla: Cada día se abre mas la brecha entre pobres y ricos; todo lo anterior, es fatal para cualquier familia, grupo, sociedad o Congregación, que quiera sobrevivir.

EL panorama provincial merece recibir la luz de nuestra luz, la fe de nuestra fe, el afecto de nuestro amor. Merece que nosotros seamos constructores a una con la fuerza del Espíritu Santo de un Ecosistema donde la espiritualidad de la Congregación, sea el aire natural que nutra de oxigeno puro, la fe, caridad, vida fraterna, vivencia de votos, vivencia de las virtudes, amor a las misiones, un nuevo pensamiento iluminador, etc, de esta estructura centenaria e histórica, siempre antigua y siempre nueva, que llamamos provincia de América Central.

Adelante, pues, queridos hermanos estudiantes, libres de todo pesimismo, (porque esta es enfermedad de viejos) manos a la obra a construir un Ecosistema con nuestra propias ganas, fuerzas y esperanzas, donde el aire que respiremos, sea el mismo que hará germinar nuevos brotes y producir nuevos frutos en nuestra nueva provincia reforestada. Donde Ese fuego, ese suave viento, ese murmullo, ese clima refrescante, esa fuerza de Dios: Se llama ESPÍRITU SANTO.


En Cristo María y San Vicente,


P. José Francisco Ramos. cm.

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